La comunidad de los Oblatos de Aix-en-Provence tiene a su cargo el cuidado del espacio histórico, cuna de la Congregación, situado en el antiguo Carmelo, en el número sesenta del paseo Mirabeau. La historia de la casa, a partir del 25 de enero de 1816, se confunde con la historia de la Congregación. Está contada en todas las biografías de Eugenio de Mazenod y en los libros que hablan de la fundación. Su historia, tranquila o agitada según las épocas, es característica de lo que vivieron las comunidades religiosas de Francia. Hoy en día, esta casa es un lugar de peregrinación para los Oblatos de todo el mundo. Desempeña de alguna manera para con ellos el papel de “Tierra Santa” respecto a los cristianos. Es propiedad de la Fundación de Mazenod que firmó el 7 de diciembre de 2011 un comodato con la asociación CIEM.