A pesar de esas dificultades de arranque, se pusieron en marcha unas cuantas actividades. A finales de enero, vivimos en Roma un tiempo intenso con los miembros de la Administración general. Tuvimos la oportunidad de compartir sin tiempo nuestras alegrías y preocupaciones y de esbozar el trabajo para preparar el bicentenario de nuestra fundación. La mayor parte de las obras de rehabilitación de la casa terminó en febrero, a punto para el principio del curso sobre el carisma oblato en orden a la preparación del bicentenario de la congregación (25 de enero de 1816). Un curso que dio comienzo a otros: peregrinación en las huellas de san Eugenio de un grupo oblato de Bélgica y Países Bajos, “Experiencia de Mazenod” de dos meses en castellano, peregrinación de Oblatos y laicos de la Provincia Anglo-irlandesa, peregrinación-ejercicios del consejo provincial de Polonia en julio, curso de tres semanas para los formadores de los pre-noviciados de la congregación; en agosto, otro curso de tres semanas para los escolásticos de Europa que se preparan para la oblación perpetua. Dentro de una semana empieza otra “Experiencia de Mazenod”, en inglés, y otros encuentros están ya programados.
Un año muy lleno que nos habrá dado la oportunidad de comprobar y apreciar la rehabilitación de la casa. Prevemos volver a la calma en el mes de diciembre y celebrar la Navidad en la intimidad comunitaria.
Joseph BOIS, OMI