El Congreso empezó el jueves 7 de julio con una liturgia de entrada en la casa-madre de la Congregación, tierra santa de los Oblatos, presidida por el padre BONGA. 32 Oblatos procedentes de todos los continentes participan en el Congreso.
Durante los primeros tres días, los participantes se pusieron ante todo a la escucha del Señor. Como lo recordaba el padre Louis LOUGEN, Superior general, en su homilía y sus palabras de bienvenida, la vocación es respuesta a la llamada del Señor. Él nos invita a su escuela, disponiéndonos a escucharlo por la oración silenciosa delante del Santísimo y la celebración común de nuestros dones.
Este Congreso también quiere ser un tiempo de compartir y escucha atenta de unos a otros. Por eso los primeros tres días se dedicaron al intercambio y acogida de las experiencias de unos y otros en clima fraterno.
De este compartir nos quedamos con la esperanza que nace del compromiso y de los sacrificios realizados para aportar fuerzas nuevas a nuestra familia religiosa. Y no podía ese nuevo impulso salir de un sitio mejor que la Sala de Fundación, desde donde nos encaminamos a la segunda etapa de nuestro recorrido.
Jules Florent DIKANY, OMI