La casa de los Oblatos en Aix-en-Provence se sitúa a orillas de la antigua via Aurelia por la que transcurre hoy el camino de los peregrinos que van a Santiago o a Roma. Los Oblatos, en fidelidad al principio: el que reciba a un extranjero, recibe a Dios mismo, ofrecen alojamiento a los peregrinos.
El 13 de abril de 2015, los Oblatos reciben a un grupo de peregrinos que van de Aix a Arles. El hermano Benoît DOSQUET, con el deseo de seguir los pasos del padre TEMPIER quien se unió a los Misioneros de Provenza dejando el cargo de cura que ejercía en Arles, se sume al grupo.
Leamos un extracto del diario de Isa, una peregrina que cuenta el inicio de la peregrinación: «Estamos delante de la Capilla de los Oblatos en Aix-en-Provence… La misa recoge cada uno de nuestros pensamientos en este día tan especial… algunos ya tienen la experiencia del Camino, para otros va a ser la primera vez. Una salida siempre tiene algo de emocionante, excitante y perturbador. Del Camino, se habla antes, se habla mientras, se hablará después… Estamos reunidos en la salita de acogida a los peregrinos para inaugurar el icono de Nuestra Señora de la Guardia, que representa una Virgen apareciéndose a un pastor; nos lo regalaron nuestros amigos italianos… Somos trece peregrinos. El paseo Mirabeau acoge nuestros primeros pasos en la Via Aureliana».
La peregrinación terminó en Arles con la inauguración de la placa del Camino de Santiago y Roma. Dicha placa indica: Roma por la via Aurelia 1154 kilómetros, Santiago 1560 kilómetros.
Krzysztof ZIELENDA, OMI